miércoles, 4 de febrero de 2015

Una tarde de aguachile

Me considero un amante de los mariscos en casi todos los tipos y variedades que nos presenta la naturaleza, así como las diferentes maneras de prepararlos. Soy originario de Yucatán que es un estado rodeado por las aguas del golfo de México que a pesar de ser un lugar con mucha costa considero que el consumo se limita a unas cuantas especies como son: el camarón, el pulpo, el caracol, mero y el boquinete. Durante mi infancia tuve la fortuna de degustar otros distintos tipos y variedades debido a que a mi papá le encanta salir de pesca, llegaba con cubetas y cubetas llenas de pescados y mariscos; comíamos por semanas hasta el hartazgo en diversos platillos, desde los ceviches, fritos, asados, caldos, sopas, etcétera. Debo admitir que los mejores platillos de mariscos los he comido en casa gracias  a la sazón de mis papás y que mi papá aprendió diferentes maneras de prepararlos con varios amigos que venían de otros estados costeros (fueron varios tips que mi papá tomó de ellos). A pesar de lo anterior creo que soy un novato en cuanto a los pescados y mariscos, cosa que no me disgusta y al contrario me motiva a probar diferentes guisos de distintas partes del país.

En alguna ocasión durante la apertura de un restaurante me dieron para degustar el aguachile que podría decirse que es un ceviche preparado de distinta manera a la conocida en Yucatán, que les puedo decir desde el primer bocado quedé fascinado con este platillo tanto que me lo acabé en un abrir y cerrar de ojos, desde luego pedí otra orden que acabé con rapidez, desde eso cada que iba a algún lugar de mariscos pedía un buen plato de aguachile, varias veces sin éxito, pero desde hace unos años es más fácil encontrarlo en los menús de las marisquerías.

Hace unos meses platicando con una amiga originaria de Guadalajara, salió el tema del tan nombrado aguachile y me platicó como lo preparaba su familia, me dio los tips; entonces decidí darme a la tarea de prepararlo. Para esto me tuve que documentar, revisé otros blogs, videos, tutoriales, recetarios y con lo que había platicado con esta amiga puse manos a la obra.

Ingredientes:

Camarones 500 grs.
Chiles serranos 2 o 3 piezas.
Jugo de limón 2 o 3 tazas.
Pepino verde 1/2 pieza.
Cilantro 1/2 taza.
Cebolla morada o blanca 1/2 pieza en julianas.
Salsa Inglesa 2 cucharadas.
Ajo 2 dientes.
Sal al gusto.
Pimienta al gusto.
Aceite de oliva 2 cucharadas.
Albaca (es opcional una ramita).


Los camarones.

En un recipiente hondo se marinan los camarones limpios de preferencia cortados en forma de mariposa y la cebolla cortada en julianas muy delgadas, con jugo de limón, 1 diente de ajo picado, salsa inglesa, sal, pimienta y si lo consideran unas hojas de albaca picadas con la finalidad de bajar el sabor marisco del camarón sobre todo si es congelado. Mantener en la nevera unos 30 minutos.

La salsa de aguachile.

En una licuadora o procesador de alimentos, mezclamos el cilantro, una taza de jugo de limón, dos chiles serranos, un poco de la cebolla (pueden ser los centros), el diente de ajo, una cucharada de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto, licuar o procesar según sea el caso revisar sabores y rectificar, se puede añadir más chile, limón, pimienta, sal, según el paladar.

Una vez marinados los camarones, lista la salsa, picamos medio pepino verde y mezclamos en un recipiente los camarones, el pepino y la salsa; para mi gusto el pepino le rebaja el picor y lo deja un poco más comible, se puede refrigerar unos minutos o bien puede servirse de inmediato. ¡¡PROVECHO!!

Cabe señalar que esta receta es al estilo Jalisco, porque en otras partes del país se prepara diferente.


Este tiene filete de pescado.


Se pueden ver las hojas de albaca

Delicioso!!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario